Los conceptos de los espacios de los hoteles también ha cambiado. La tendencia es la de minimizar cada vez más la superficie destinada a la zona de dormir para ganar metros en las zonas de uso común del hotel como son las áreas de restauración, lobbies o espacios destinados al co-working. «Estos espacios están sufriendo también una transformación, ganando cada vez más peso debido a que el huésped tiende a pasar un mayor número de horas en el hotel, aprovechando sus áreas públicas como punto de encuentro y espacio de socialización», señalan desde Eurostarts.
El nuevo viajero, que se ha informado a través de internet y gracias a la experiencia de otros usuarios, ya no se centra en encontrar el lujo que se equipara al número de estrellas; es un nuevo viajero y su objetivo es que los hoteles se adapten a su estilo de vida, a sus necesidades reales, a su necesidad de conectividad, interactividad y de acceso a la información de una forma rápida y sencilla sin prescindir de un entorno con una estética que les impacte y les haga sentir bien.
También destaca es la voluntad de adecuar el espacio a las necesidades propias de cada huésped en un esfuerzo por personalizar su experiencia. Para ello se recurre a estructuras flexibles como paredes panelables, mobiliario multifuncional y soluciones de almacenamiento perfectamente integradas.
Otras de las demandas que van al alza y que se comprenden perfectamente desde la perspectiva de la «experiencia» son los espacios vinculados al wellness, fitness o mindfllness. Espacios que ofrecen momentos de expansión difíciles de lograr en el día a día.
Cada hotel se podrá sustentar con más fuerza en unos aspectos que en otros, pero lo que no pueden fallar es en la autenticidad de la propuesta. La VERDAD es algo que el huésped captará al instante y que provocará una adhesión de éste con el hotel. Le hará desear quedarse o volver y, sobre todo, hablar bien de la experiencia personal vivida; la mejor herramienta de venta que puede tener un hotel para su promoción.
Sin duda, estas reflexiones derivan en cuestiones concretas a la hora de realizar un diseño de hotel.
- OPTIMIZACIÓN MÁXIMA DEL ESPACIO. La reducción del espacio disponible obliga a optimizar mejor los espacios en los que los elementos móviles y espacios diáfanos, se convierten en clave de la distribución.
- EL CONCEPTO SELF-SERVICE SE IMPONE EN LOS ESPACIOS COMUNES. Se acabó la rigidez y la espera del servicio. Espacios comunes en los que cada persona pueda servirse un café, un desayuno, o acceder a la lectura, los medios audiovisuales, etc y llevando este concepto hasta cuestiones como el check-in digitalizado.
- INTERIORISMO SALUDABLE que se traduzca en un buen proyecto que aproveche al máximo la iluminación natural, buenos sistemas de descanso (adiós a los colchones o almohadas de horror), una buena oferta gastronómica no sólo referente a la oferta de productos naturales y locales, sino que también haya alternativas para veganos o intolerantes al gluten, o alergias distintas.
- ESPACIOS INTERIORES QUE SE ABREN AL EXTERIOR, A LA NATURALEZA. Y es que, aunque estemos hablando de un hotel urbano, el espacio debe buscar la manera de crear su propio oasis. Encontrar el privilegio de lo natural al nivel de las circunstancias. Son perfectas las terrazas que se abren al exterior con el buen tiempo.
- LA CONECTIVIDAD, SÍ O SÍ. Porque aunque los viajeros pueden estar viviendo experiencias de relax, disponer acceso a la tecnología ya no es exclusividad de aquellos que se encuentran en viaje de negocios. Incluso, el disfrute de la tranquilidad, es idóneo para la lectura digital, la búsqueda de documentos en nuestros aparatos. Por ejemplo, una barra estrecha diseñada como espacio de trabajo mientras los clientes se toman un café, que además facilite la conectividad ya que está provista de tomas de enchufe, usb y una rápida conexión a Internet.
Por tanto, antes de embarcarnos en un proyecto de hotel, desarrollamos una profunda reflexión sobre los valores de la propuesta de éste. Cuál es su singularidad, qué objetivos tiene el negocio que va a ver la luz y que el interiorismo que se aplique debe responder a éste. El Hotel Ameztoi ha sido uno de nuestros últimos proyectos de Hotel en los que hemos visto cómo todos estos conceptos toman forma y se comprenden de manera inmediata en la experiencia del visitante. Y es que, ¿puede haber un reto mayor que conseguir que un espacio ofrezca experiencias de vida a múltiples personas?