El cambio más grande que realizamos fue dividir la vivienda señorial en dos, creando así la vivienda 1 de 99,70m² y la vivienda 2 de 89,15m².
En este proyecto, quisimos aprovechar la altura del propio edificio, sin perder su esencia y centrándonos en la idea de que solo se avanza cuando conocemos y asumimos el pasado y dirigimos la historia. Así mismo, el edificio antiguo nos brindaba unos altos techos de 3,50m, unas puertas de 2,60m y unas balconeras preciosas del siglo XX.
¡Gracias AD por vuestra publicación!