En esta reforma de acondicionamiento y decoración en un caserío de AIA, pudimos conocer a fondo a las personas que habitarían en él. Todo fluyó fácilmente y nos dimos cuenta de que ese hogar que tanto ansiaban, se convertiría en un lugar donde poder disfrutar.
En este proyecto de entorno privilegiado, se buscó la armonía entre el espacio interior y exterior, siendo este uno de los retos más importantes al que nos enfrentamos.
Con la elección de materiales finos y formas simples, se ha logrado una estética atemporal y funcional, mientras que, con la estética y diseño neutral, conseguimos la atemporalidad y armonía que requería el espacio.
Los trabajos se centraron en 7 estancias: el hall-pasillo de entrada, la habitación principal y las dos habitaciones secundarias, así como los dos baños y el salón de la vivienda.
“La voluntad de sentir a partir de la percepción del deseo de ver”- Virginia Braun.