Conozcamos los 12 estilos que representan a la gran mayoría de personalidades:
- Estilo Clásico: El estilo clásico combina elementos para lograr un ambiente reconfortante y acogedor. Sus características se resumen en la combinación de materiales puros y formas lineales tradicionales en los techos, puertas y paredes. Se crean espacios conservadores ideales para personas tranquilas, funcionales y clásicas.
- Estilo Vintage: Este estilo decorativo, engloba el interiorismo clásico y el contemporáneo, de manera que crea una atmósfera retro y elegante, perfecta para una persona con espíritu sofisticado. Elementos decorativos vistosos, estampados, mobiliario rústico restaurado y el uso de colores suaves son algunos de los factores que hacen que relacionemos un espacio con el estilo vintage.
- Estilo Industrial: Este estilo decorativo nos recuerda a las viejas naves de New York de la década de los 60. Se adapta a la vida urbanita con estilo, creando espacios diáfanos y amplios, combinando materiales industriales (ladrillo, cemento y acero) con mobiliario robusto y rompedor. Este interiorismo es ideal para personas con una vida frenética que necesitan una zona de confort. La persona que habita en un espacio con dicho estilo, también suele ser creativa y dinámica.
- Estilo Japandi: Se trata de un estilo que fusiona la decoración nórdica y oriental. Es decir, se basa en el minimalismo del estilo nórdico (colores planos y suaves) y el espíritu oriental (uso de la naturaleza: bambú, papel, plantas, madera…). Es un estilo simple, ligero e ideal para personas espirituales, bohemios, aventureros y almas libres.
- Estilo Nórdico o Escandinavo: Habiendo tratado en el anterior punto las bases de este estilo, cabe destacar que se trata de una tendencia decorativa que se caracteriza por la luminosidad, la sensación de calidez y por su funcionalidad. Paleta de colores claros (blanco, beige o gris) y materiales orgánicos e industriales. La funcionalidad en estado puro, creando espacios actuales y modernos, pero sin olvidarse de la calidez y el confort. En definitiva, es ideal para personas que necesitan sentir seguridad y equilibrio en su hogar.
- Estilo Ecléctico: Una decoración con gran personalidad. Es un estilo arriesgado que consiste en combinar y fusionar estilos muy diferentes para conseguir un resultado único e inimitable. Rompiendo toda regla, se trata de un estilo que huye de la coherencia, ideal para personas rebeldes, excéntricas y creativas.
- Estilo Minimalista: La clave de este estilo decorativo es la sencillez. Se combinan las superficies lisas con elementos minimalistas con colores planos y normalmente claros. Se relaciona directamente con el Japandi, pero el estilo minimalista se basa todavía más en la funcionalidad y el uso de únicamente los elementos esenciales e imprescindibles, lo cual a veces se relaciona con espacios más fríos y neutros. Es un estilo decorativo perfecto para personas con una filosofía de vida de “menos es más”.
- Estilo Rústico: Al más puro estilo rural nos encontramos con esta decoración de gran personalidad que nos recuerda a nuestra “casa del pueblo”. Su objetivo es crear espacios de armonía, bienestar y confort, gracias a un estilo rústico y moderno. Los materiales que predominan en este estilo son la madera y la piedra. Ideal para crear ambientes relajados, confortables y tradicionales para amantes de la naturaleza.
- Estilo Neoclásico: Busca crear ambientes sofisticados y elegantes. En este estilo predominan los colores llamativos; como el rojo, el morado y el dorado. Un elemento clave en esta decoración también es el uso del papel pintado, estampados y elementos decorativos de época (la mayoría de las veces griegos y romanos). Un estilo perfecto para personas elegantes y aficionadas a la historia.
- Estilo Glam: Opuesto a la decoración minimalista, el estilo Glam busca rozar la extravagancia, recordándonos la década de los 30 de Hollywood. El uso de una amplia paleta de colores (fucsia, dorado, plateado, blanco, negro y azul) contrastan el ambiente lujoso de alto glamour con el estilo recargado. En este tipo de decoración es muy común encontrarnos con elementos antiguos de iluminación como candelabros, creando así un espacio seductor y sofisticado. Es ideal para personas alegres, extrovertidas y elegantes.
- Estilo Contemporáneo: Elegancia y simpleza. El estilo contemporáneo se caracteriza por crear espacios interesantes y diferentes. Con el uso de colores neutros y mobiliario que combina materiales como el metal y vidrio, nos ayuda a crear una sensación aireada en nuestro espacio. Se trata de un estilo poco recargado y fresco que se fusiona con un interior moderno de lujo, perfecto para personas de espíritu joven, creativas y a la última tendencia.
- Estilo Boho-Chic: En este estilo decorativo, es común que las piezas no parezcan haber sido diseñadas para un entorno específico. Es decir, los elementos se eligen por su historia o significado, creando un ambiente casual y original. Se crean espacios coloridos, vibrantes y alegres combinando épocas y culturas diferentes, logrando frescura y el tan reconocido término “Good vibes”. El estilo Boho-Chic es perfecto para espíritus libres, vanguardistas y bohemios.
Múltiples estilos decorativos, el reto consta en encontrar cuál encaja con tu forma de ser.
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